Travesuras de Patuca
Roque es un muñeco de nieve. Para ser un muñeco de nieve no es suficiente con estar hecho de nieve, hacen falta otras cosas. Roque está hecho con dos grandes bolas de nieve. Una de ellas forma su cuerpo y la otra, algo más pequeña es su cabeza. Con estas dos bolas de nieve, Roque tiene su cuerpo y su cabeza, pero aún no es Roque, podría ser cualquier muñeco de nieve.
Roque ha aparecido esta mañana, esta mañana el suelo estaba cubierto de nieve y los niños y niñas del cole han colocado las dos bolas durante su recreo, pero han tenido que volver a clase y Roque no ha terminado de crearse. Roque esta triste porque le faltan aún cosas para ser Roque, pero no puede hablar porque no tiene boca, no puede mirar porque no tiene ojos, pero si puede pensar porque tiene cabeza.
Roque espera impaciente el final de la clase para que los niños y niñas de la clase terminen de crearle y ser así Roque. Pero al terminar las clases todos los pequeños salen corriendo y van con sus familias, ninguno se acuerda de Roque. Esto le apena mucho.
Es el último de clase y comienzan las vacaciones de navidad, Roque piensa que se quedará así, sin llegar a ser Roque, porque los niños y niñas no vendrán a terminar de crearle. Así pasan varios días y Roque sigue siendo dos grandes bolas de nieve, un proyecto de Roque que no se ha terminado.
Pasan así varios días y Roque sigue esperando que alguien le ayude a ser Roque y dejar de ser dos simples bolas de nieve. Que alguien le de ojos, bocal, le ponga ropa y le dé así la vida que espera desde hace días.
La mañana de navidad, pasan por allí dos niños. Miran a Roque y recuerdan que comenzaron a crearle en el patio, pero que le dejaron sin terminar. Con ayuda del conserje los dos niños entran de nuevo en el patio y con alegría para ellos y para Roque, comienzan a darle vida. Con una zanahoria le colocan una nariz, dos viejos botones son sus ojos, Roque empieza a estar contento porque empieza a tener vida, ya puede ver y oler. Dos ramas se transforman en sus brazos, una bufanda abriga su cuello y un bonito sombrero adorna su cabeza. Que contento esta Roque ya, porque ya casi casi es Roque, ya casi tiene vida.
Pero aún le falta algo para terminar de ser Roque. Roque aún no tiene boca, y esto es algo muy importante porque podrá hablar, sonreír, bostezar, silbar, cantar y reír. Los niños buscan algo para hacer la boca de Roque, para esta parte tan importante no les vale cualquier cosa. El conserje les presta un lindo lazo rojo, el lazo es ideal para ser la boca de Roque.
Por fin el muñeco de nieve está terminado, Roque ya es Roque, único y especial, distinto a cualquier muñeco de nieve. Roque ya está contento.
Os presentamos un cuento infantil que hemos trabajado en Nuestra Escuela. Para cambiar la rutina de contar un cuento leyendo, hemos hecho un muñeco de nieve con cartulina y las partes de su cuerpo: zanahoria, botones... Así, mientras transcurre la historia, los niños y niñas pueden ir poniendo a Roque las cosas según va pasando en la historia.
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